Mi hermano pequeño, con 23 años, se quiere comprar un coche. Está trabajando y tiene cuenta en un banco, pero ve que las condiciones para el préstamo que necesita para el coche son mejores en otro banco, concretamente Caja Madrid, que en el suyo, así que decide ir a informarse a Caja Madrid:
- Mire -le dicen-, las condiciones son estas y estas otras, y Ud. tiene que pagar tanto al mes
- ¿Y los gastos? -pregunta mi hermano
- Nada, todos los gastos están incluidos en el préstamo
- ¿Entonces, transfiriendo cada mes este importe desde mi cuenta es suficiente?
- Sí
- Vaya, genial. Pues vamos a ello...
Formalizan el préstamo y mi hermano da orden a su banco de transferir con periodicidad mensual el importe requerido, de modo que nunca se deje a deber un recibo.
Ha ido todo estupendamente hasta que ha pasado un año de la formalización del crédito: resulta que la operación sí tenía gastos, después de todo.
Al año de estar pagando, sin ni una sola falta, Caja Madrid le carga UN EURO por mantenimiento de cuenta. Claro, en la cuenta no hay dinero, sólo el que mi hermano transfiere puntualmente para el pago del préstamo, por lo que queda, con esa deuda, en número rojo (nótese el singular), y cuando transfiere el dinero para el siguiente recibo, Caja Madrid le descuenta ese euro, con la consecuencia de que entonces no queda suficiente dinero para pagar el préstamo, así que aplica la penalización que viene, por contrato, descrita en el prestamo: ¡30 euros por un recibo de menos de 100! Claro, al mes siguiente ocurre lo mismo, descuentan del dinero ingresado el recibo anterior y la penalización, que se repite en el nuevo recibo, que tampoco se puede pagar, y así el siguiente, y el siguiente, hasta que al que hace cinco le llaman para decirle que debe tiene la cuenta en numeros rojos (nótese el plural).
Mi hermano, confiado en lo que han dicho de que no había gastos, no ha estado pendiente de la cuenta, una cuenta que siempre ha contado puntualmente con el dinero que el banco le dijo que tenía que ingresar a l mes. Además, el banco no ha decidido aplicar la deuda a ese euro de mantenimiento de cuenta y llamar a mi hermano para decirle "Me debes un euro", ha descontado ese euro de un dinero que sabía que era para pagar otra deuda, no ningún mantenimiento de cuenta, de cuyo coste, además, no fue informado.
Conclusión: por una deuda de UN EURO mi hermano ha tenido que pagar 150 Euros de penalización. Si eso no es un timo, no sé como llamarlo...
El timo de la estampita, reloaded
lunes, 5 de enero de 2009 | Publicado por Ferrán García en 1:46
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