Vaya por delante que no comulgo con las ideas básicas que defiende ese partido, pero, dicho esto, defiendo que cualquiera pueda ser del partido que quiera o que pueda defender libremente las ideas que prefiera.
Ser del PP, o del PSOE, o de cualquier otro partido no es intrínsecamente malo: unos piensan de una manera, otros piensan de otra. Pero lo que sí es malo, funesto, y no sólo para la persona, sino para la sociedad en su conjunto, es que uno sea de cualquier partido sin tener el más mínimo ápice de espíritu crítico, sin cuestionarse la actuación de los dirigentes de su partido, de los políticos al frente de gobiernos de su color. Con los políticos no hay lealtad que valga: si lo hacen bien, perfecto; pero si lo hacen mal hay que quitarlos, sustituirlos.
Existe un mal entendido sentimiento de lealtad, de pertenencia, de elección que hay que defender a ultranza -"son mis ideas, es el partido que he escogido, yo no puedo estar equivocado"- que se desmonta con relativa facilidad: elige una actuación controvertida, dudosa o incluso ilegal, una mala gestión de uno de los políticos de tu partido y ponle el nombre de un político de un partido rival: si no la defiendes, si la denostas en el rival, ¿por qué no haces lo propio cuando el político responsable de esa actuación es de tu partido?
Defender la mala gestión, la corrupción, el uso partidista de medios de comunicación públicos, la falta de imparcialidad, de transparencia, de "fair play" democrático sólo consigue socavar no sólo los fundamentos de la sociedad, de la convivencia, sino que el partido al que pertenece el perpetrador, ese al que tu perteneces, se ve desprestigiado. ¿Y estás dispuesto a defender eso, sólo porque son "los tuyos"? ¿No vas a exigirles un mínimo de responsabilidad, de decencia, de honradez?
Pues haces mal: no son "los tuyos". Ellos son suyos, y a ti te conocí en la calle. Y si te tienen que congelar las pensiones, si tienen que darte información sesgada, si tienen que facilitar el despido, no lo van a dudar ni por un momento, les va a dar igual si les votaste o no. Porque tú ya no serás un votante del PP o del PSOE o de (_______ ponga aquí su partido): serás un pensionista, un estudiante, un funcionario, un autónomo. Sólo se acordarán de ti como votante cuando hayan transcurrido los 4 años de mandato, cuando salgan, por primera y última vez en esos 4 años, de nuevo a las calles a estrechar manos y a besar bebés.
Si el partido al que has votado te ha prometido regeneración democrática (qué diablos significará eso...), mano dura contra la corrupción, transparencia, honradez, etc., no seas blando a la hora de exigirlo. Y no, no vale que lo hagan sólo cuando todo eso se lo exigen a la oposición, mientras ellos echan balones fuera cuando se trata de casos propios. No les debes nada, al contrario, ellos te lo deben TODO a tí, a nosotros, nos deben el estar donde están, el cobrar lo que cobran, y nuestra exigencia debe ser máxima, no debemos ni perdonar ni olvidar cuando no cumplen lo prometido, cuando meten la mano en la caja, cuando mienten o usan medios públicos para hacerlo, cuando ocultan información. Ten espíritu crítico, critica tan duramente a los tuyos como a los otros, sé exigente, ya que es tu dinero, tu educación, tu vivienda, tu trabajo, tu futuro y el de tus hijos lo que está en juego.
Nota: he de decir que vivo donde vivo, en Valencia, en el que nuestro gobierno es el que es, y lo que me ha movido a escribir este artículo es la complacencia de gente, votantes declarados del PP, a los que parece no preocupar nada de lo aquí ocurre, nada acerca de la mala gestión del actual gobierno, de la actuación de sus gobernantes, que se pasean peligrosamente por el filo de lo ilegal. Y sé que algunos me dirán que las cosas no son tal y como yo las percibo, y puede que tengan razón, al menos en parte. A toda esa gente les digo lo que ya he dicho antes: cambiad los nombres de los gestores, el nombre del partido que gobierna y poned otro, el que queráis. ¿Verdad que estaríais indignados? Y si no indignados, ¿verdad que al menos querríais saber más acerca de la gestión de quien no lo está haciendo bien, de quien se sospecha que mete la mano en la caja? ¿A qué viene la defensa a ultranza de unos señores que se supone que lo que deben hacer es gestionar de la manera más efectiva posible nuestro dinero en nuestro beneficio? Si lo hacen mal, sean del color que sean, ¡reclama, exige, sé inquisitivo! Ser complaciente con el que te mangonea sólo será malo para ti y los tuyos.
No es malo ser del PP
martes, 17 de mayo de 2011 | Publicado por Ferrán García en 6:51
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